Presentación de siete casos de tiña negra en niños

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Presentación de siete casos de tiña negra en niños

 

 

 

 

Lic. Ileana Paneque Rodríguez,I Dra. Yakelín León García,I Lic. Danays Vidal Rosell,I Lic. Layla Guedes Vidal,I Dra. María Teresa Illnait Zaragozí,II Dr. Carlos Manuel Fernández AndreuII

I Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ). La Habana, Cuba.
II Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”. La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Introducción: la tiña negra es una micosis superficial causada por el hongo Hortaea werneckii. Se considera una micosis benigna que por lo general es observada en países tropicales.
Objetivo: reportar siete casos de tiña negra en niños de dos hospitales de La Habana, Cuba.
Métodos: se realizó estudio micológico (examen directo y cultivo) a partir de escamas tomadas mediante raspado de las lesiones a siete niños con diagnóstico clínico presuntivo de tiña negra palmar. Se registraron las características de las lesiones, edad, sexo y factores predisponentes de los pacientes, así como la evolución del cuadro con el tratamiento antifúngico.
Resultados: se confirmó la sospecha clínica de tiña negra a través del aislamiento e identificación de Hortae werneckii. Las edades de los pacientes oscilaron entre 3 y 6 años y el 57 % era del sexo femenino. La hiperhidrosis se encontró en el 43 % de los casos. El tratamiento específico con antifúngicos azólicos y terbinafina tópicos fue satisfactorio en 21 días como promedio.
Conclusiones: todos los casos con sospecha de tiña negra fueron confirmados de manera oportuna en el laboratorio, lo que permitió descartar enfermedades malignas y aplicar tratamiento específico.

Palabras clave: tiña negra, tinea nigra, Hortaea werneckii, micosis superficial, Cuba.


 

 

INTRODUCCIÓN

La tiña negra es una micosis superficial asintomática de curso crónico. Se caracteriza por la formación de placas hiperpigmentadas, cuyo color varía desde el pardo o marrón claro hasta casi negro. Por lo general se localiza en la región palmar de modo unilateral y en ocasión en la planta del pie u otras áreas cutáneas, de ahí que también se conozca como tinea nigra palmaris y tinea nigra plantaris en dependencia del sitio anatómico afectado.1,2 Las lesiones son irregulares, circunscritas, de bordes más oscuros, cubiertas con finas escamas y sin eritema. Su pronóstico es benigno y puede haber curación espontánea.1

Es una infección poco frecuente, asociada con el clima tropical o subtropical. Predomina en el sexo femenino y puede presentarse en todas las edades, aunque la mayor incidencia se reporta en niños y adultos jóvenes.1-3 El mecanismo de transmisión es exógeno, mediante el contacto directo con el agente causal, el cual puede encontrarse en restos vegetales y en particular en determinados sustratos con elevada concentración de cloruro de sodio. No es conocido con certeza el período de incubación, aunque se ha sugerido que puede variar desde una a tres semanas. No existen estudios que demuestren la asociación entre la condición inmunológica del paciente y la presencia de la enfermedad, tampoco existen evidencias de predisposición genética.1,2

Su agente etiológico es un hongo dematiáceo que en lo inicial, crece como levadura y forma colonias lisas, de color negro brillante, de pequeño tamaño (1-2 mm de diámetro) que con el tiempo (7-14 días) se cubren de un micelio aterciopelado de color negro oliváceo intenso. El primer aislamiento del hongo a partir de lesiones fue realizado por Horta en 1921,4 y desde entonces, debido a su marcado polimorfismo, ha sido ubicado en diferentes géneros como Cladosporium, Dematium, Pullularia, Exophiala y Phaeoannellomyces. En la actualidad, según el Index Fungorum, el nombre aceptado para esta especie es Hortae werneckii (Horta) Nishim. & Miyaji 1984.5

En Cuba el primer caso aparece publicado por Pardo Castelló en 1938.6 Diez años más tarde se publica un segundo caso que fue tratado con propionato de sodio.7 Sin embargo, según la revisión realizada por los autores, no se encontraron otros reportes en el país hasta los realizados por Veloz Padrón y colaboradores en 1994 quienes reportan nueve casos8 y más reciente, en los trabajos de Rivero Reyes y colaboradores9 y López Pérez10 en 2011 y Sánchez Macías en 2012,11 donde se reporta un caso cada uno. En el presente trabajo se presentan siete casos de tiña negra en niños de dos hospitales La Habana.

 

MÉTODOS

El diagnóstico clínico presuntivo se realizó en la consulta de dermatología, desde donde fueron remitidos al laboratorio de Microbiología del Hospital CIMEQ y al Laboratorio de Micología del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK) para la confirmación microbiológica.

Los procedimientos de la toma de muestra, examen microscópico directo, cultivo e identificación se realizaron según Bonifaz1 y De Hoog.12 De cada paciente se recogieron los datos clínico-epidemiológicos de mayor interés en relación con esta micosis.

 

RESULTADOS

Presentación de los casos

En la tabla 1 se presentan los principales datos generales, clínicos y microbiológicos de interés de cada paciente. La edad de los niños osciló entre 3 y 6 años; la mayoría era del sexo femenino (57 %), cuatro eran de la raza blanca y tres mestizos. En todos los pacientes las lesiones se presentaron como una única mácula de color pardo oscuro en la palma de la mano (Fig. 1), con bordes irregulares más oscurecidos y fina capa escamosa, que medían entre 0,3 y 1,5 cm de diámetro.

 

El examen microscópico directo fue positivo en todos los casos en que se pudo realizar; en dos de ellos el material del raspado no fue suficiente, por lo que se priorizó la siembra como método confirmatorio y no se realizó examen directo. En la figura 2 se muestra el examen directo con KOH al 20 % de las escamas de la lesión de uno de los pacientes, donde se observaron hifas cortas y tabicadas, pigmentadas de color café claro, característica de tiña negra.

En todos los cultivos se obtuvieron colonias levaduriformes negras, brillantes, a partir de 7 días de incubación y que al envejecer se cubrieron de un micelio aterciopelado de color verde-grisáceo oscuro (Fig. 3). Microscópicamente se pudieron observar levaduras pigmentadas y más tarde hifas oscuras, gruesas, cortas y tabicadas y conidios oscuros con un septo intermedio. Todos los aislamientos fueron identificados como Hortaea werneckii.

Antes de las cuatro semanas de tratamiento, todos los pacientes habían respondido de forma favorable a los tratamientos tópicos con imidazoles (miconazol y ketoconazol) o terbinafina; un paciente no regresó a consulta.

 

DISCUSIÓN

Ante la sospecha clínica, todos los casos que se reportan en el presente trabajo fueron confirmados por métodos convencionales:

• La observación al microscopio de las escamas obtenidas del raspado de las lesiones con KOH al 20 % que demostró la presencia de fragmentos hifas pigmentadas septadas.

• Identificación de Hortaea werneckii en agar dextrosa de Sabouraud. Este último se caracterizó por el desarrollo de colonias levaduriformes negras de crecimiento lento que con incubación prolongada produjeron micelio aéreo color gris a negro. El examen microscópico de las colonias durante la fase levaduriforme reveló estructuras de color pardo oscuro u olivo, ovales o fusiformes de 3-10 µm, aisladas o apareadas, separadas por un tabique transversal central; posterior aparecieron hifas tabicadas, ramificadas, de igual color con diámetro entre 1,5-5 µm.

Según la literatura consultada, solo existen dos casos previos publicados en Cuba de tiña negra en niños (tabla 2), cuyas características coinciden en muchos aspectos con los del presente trabajo.

La mayoría de los casos publicados de tiña negra se han presentado en países de clima tropical como México, Venezuela y Brasil, entre otros,2-4,13-16 aunque también se conocen casos en otras regiones climáticas.17-19 Además del clima tropical húmedo de Cuba, su condición de ser una isla pudiera favorecer la aparición de casos de tiña negra en la población cubana, al tener en cuenta que, como han señalado algunos autores, el hecho de frecuentar playas o zonas costeras favorece el posible contacto con el agente etiológico.1,3,4,15,20

El principal factor predisponente asociado con la tiña negra es la hiperhidrosis,1,3,4,11,13,14,21 la cual estuvo presente en el 57 % de los pacientes incluidos en el presente estudio; este factor está muy relacionado con el carácter halofílico de H. werneckii y su capacidad de soportar elevadas concentraciones salinas (hasta 30 % de cloruro de sodio).1,18,22 Algunos autores han recomendado el control de la hiperhidrosis durante el manejo de las lesiones de tiña negra.11,21

La mayoría de los casos del presente estudio eran del sexo femenino y las lesiones se localizaron en la palma de la mano, lo que también coincide con muchos de los reportes consultados, esto pudiera estar relacionado con el contagio a través, del contacto con las posibles fuentes de infección (plantas, restos vegetales, materiales o sustancias con elevada concentración salina, entre otros).2,4,11,16

En la tabla 3 se muestran algunos de los trabajos publicados a partir de año 2002 en países de nuestra área geográfica. Se puede observar que además de las variables mencionadas anteriormente (sexo y localización de las lesiones), la tiña negra se presenta con elevada frecuencia en niños y en adultos jóvenes.2-4,9-11,13-18,20,21,23-30

El tratamiento de la tiña negra se ha basado en diferentes medicamentos de uso tópico con formulaciones sencillas como la solución de alcohol salicílico (3 %), solución de tintura de yodo (1 %) y ungüento de Whitfield. Los compuestos imidazólicos (miconazol, ketoconazol, bifonazol, clotrimazol, oxiconazol, econazol) y la terbinafina también han brindado resultados satisfactorios.1,4,11,13,16,17 Algunos autores reportan la desaparición de las lesiones después del raspado con bisturí1,4 o al aplicar la cinta adhesiva 26 y también la cura espontánea.28

La tiña negra es una micosis asintomática lo que hace que muchas veces no sea sospechada, reconocida ni diagnosticada. Sin embargo, por su aspecto clínico puede confundirse con otras entidades de mayor relevancia médica como el nevo de unión, el eritema pigmentado fijo, la dermatitis neglecta y el melanoma maligno acral, así como la pigmentación secundaria de la enfermedad de Addison, sífilis y pinta; 1,11,13,17 también debe diferenciarse de las manchas debidas al contacto con nitrato de plata y diferentes tintes.1 En los últimos años los progresos alcanzados con el uso del dermatoscopio han contribuido de manera importante a la diferenciación entre la tiña negra y las lesiones melanocíticas, aunque continúan los exámenes micológicos los que permiten confirmar el diagnóstico.3,14,17,18,29

 

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Recibido: 9 de julio de 2015.
Aceptado: 30 de agosto de 2015.

 

 

Carlos Manuel Fernández Andreu. Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), Autopista Novia del Mediodía, km 6½, La Lisa, La Habana, Cuba.

Correo electrónico: cfandreu@ipk.sld.cu

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